Los sin nombre

Así llamamos los gatos pequeños o grandes que no nos ha dado tiempo de disfrutar de ellos ni de su presencia, cuando su paso por la vida es tan fugaz, cuando la ayuda llega demasiado tarde y sólo puedes maldecir el no haber ido un poco antes. Cuerpos inertes comidos por las pulgas, ahogados por las lluvias, demasiado débiles o enfermos para poder salir adelante. Aquellos pequeños que no nos da tiempo de bautizar, que no tienen nombre pero lloramos su ausencia como si los hubiéramos conocido de toda la vida. Sabemos que no es suficiente y nuestro corazón tiene un espacio muy grande y a veces nos imaginamos cómo serían ahora sus vidas si hubieran podido salir adelante, si no los hubieran abandonado, si no hubieran muerto solitos en las carreteras frías.

Ellos también son protagonistas de la vida de todos. Para ellos, “los sin nombre”, aquí seguiremos luchando.