Bruce

Ayer tuvieron que dormir a nuestro frágil Bruce, una noticia que más o menos nos esperábamos, pues sabíamos que era mayor, pero no por ello es menos dolorosa. La llegada de Bruce fue silenciosa y tímida, le costó acostumbrarse a los otros gatos y a nosotros. Temíamos que no comiera y le llevábamos latita allí donde estuviera. Poco a poco se fue haciendo a la colonia y en unas semanas ya lo teníamos en la puerta como uno más pidiendo, con maullidos silenciosos, sus dosis de atención y alimento. Daba la sensación de que en cualquier momento se iba a dejar tocar, como si lo deseara, pero su miedo y su pasado no le dejaron soltarse del todo. Y así se fue, en silencio, si hubiéramos sabido que no volvería…

Esperamos que en su nuevo hogar pueda jugar tranquilo, tenga amiguitos gatunos y sea tan tierno como lo era con sus “chicas” del Jardinet, era muy dulce verlos juntos. Le echaremos de menos a la llegada del Jardinet, su colita graciosa, su maullido tímido…

Bruce, estés donde estés seguro que te querrán tanto como nosotros, aquí te echaremos de menos.