Fufo

Fufo es uno de esos casos que te hacen hervir la sangre, que te hacen perder toda la fe en una humanidad cada vez menos humana. Fufo nos lo “dejaron” en un estado lamentable. Un gato de raza, despeinado y descuidado de manera pésima durante lo largo de los años, con una fractura sin tratar ni curar en una de sus patitas delanteras, haciendo que no se pudiera apoyar correctamente, en un estado de nervios y de shock que lo hacía estar agresivo constantemente, digamos que todo un espectáculo pobrecito.

Uno de esos casos en que, además, no entiendes como una vez llegado a un hogar, Fufo se mostró dulce, cariñoso, tranquilo. No entenderemos nunca porque hay personas que actúan así con los animales, que después de 13 años de vida, de toda una vida, decides que ya no lo quieres a tu lado y lo peor de todo, que te dé igual lo que le pase. Es muy triste y desmoralizador.

¡Fufo estuvo en una casa de acogida como un príncipe, más aún! ¡Como un auténtico rey! Parecía uno de esos casos imposibles, donde el gato espera y desespera porque no aparece nunca un hogar… pero, al final, sí fue posible. ¡Fue adoptado! A pesar de su meta, no duró demasiado, pues la vida del Fufo ya había llegado a su fin.

Después de luchar como un campeón, Fufo se despidió en uno de sus descansos eternos, tranquilos y relajados. Sabiendo que había sido querido por todos los que tuvimos la gran suerte de estar con él.

Allí donde esté seguro que es una estrella más que brilla. Siempre estarás en nuestro corazón.