Ayer, los adoptantes de Spiderman, nos daban la noticia que se había quedado dormido… que no se despertó. Estamos consternados. Desde aquí le hacemos este pequeño homenaje.
Spiderman fue un gato muy fuerte que pasó muchos momentos duros, pero con mucho cariño y atención, recuperó la confianza en los humanos y se convirtió en el compañero ideal de todos los que le conocieron como realmente era: un gato con un corazón inmenso. Gracias a la paciencia de su casa de acogida consiguió vivir feliz y encontrar una magnífica familia. Pequeño, te hemos querido, nos has dejado demasiado pronto y lleno de amor. Espéranos en el Jardinet del Arco Iris, junto a los que allí están.