Caster

Caster fue rescatada con Land (felizmente adoptada). Después de muchos intentos desafortunados, de días y días pendientes, finalmente la pudimos atrapar. Siempre que sacamos un gato de la calle imaginamos qué es lo mejor para él en salud, cuidados, amor, tal vez un adoptante… pero con Caster no hubo tiempo de soñar, estaba muy enferma y su visita al veterinario se hizo eterna. Caster es un claro ejemplo que desmiente el mito de que “el gato en la calle vive bien”. No señores, no engañemos nuestra poca humanidad, ¡un gato en la calle no vive, sobrevive! Pasar frío, hambre (¿comer palomas, ratones?), Ruidos, parir y parir y ver morir los cachorros, no es vivir. A pesar de no haber conocido el carácter de Caster, sí nos podemos imaginar cómo debería ser su vida, aguantando temporales, peleas por comida y terminar muriendo.

La amamos y la lloramos como si fuera un gato más de nuestra familia porque entendíamos su dolor, porque no nos dimos por vencidos ni nos daremos. Para todos los/las Caster del mundo.